Mujer 34 Años
Una de las situaciones más complicadas que enfrenté fue cuando trabajaba como telefonista en Dyter. El oftalmólogo Pedro Miranda trataba mal a los pacientes, generando un clima laboral muy tenso. Mi rol consistía en atender reclamos y otorgar turnos, siempre siguiendo las políticas de la empresa. Ante los reclamos, tomaba nota y comunicaba a los pacientes que la encargada se pondría en contacto con ellos. Aunque cumplía con lo establecido, fue una experiencia frustrante debido a la falta de acción ética. Esto me llevó a reflexionar sobre los valores laborales y, desde entonces, priorizo trabajos que promuevan el respeto y la honestidad hacia los clientes y un ambiente de trabajo colaborativo.